Si observamos con detalle los maletines o mochilas de nuestro profesorado o de nuestro alumnado comprobaremos que en los últimos tiempos se ha producido un cambio en los materiales o herramientas que encontramos en los mismos.
Veríamos como, además de los lápices, bolígrafos, libretas, etc., otra serie de dispositivos comienzan a ocupar una parte importante del espacio. Así, teléfonos móviles, dispositivos de almacenamiento (memorias USB, discos duros portátiles, etc.), dispositivos multimedia (reproductores de mp3 o de mp4, etc.) PDAs, Tablet PC, etc. empiezan a ser frecuentes tanto entre el profesorado como entre el alumnado.
Si pudiéramos hacer un recorrido por los contenidos que, a lo largo del tiempo, los usuarios han ido almacenando en estos dispositivos observaríamos, casi con toda seguridad, como han ido aumentando los tipos de formato (documentos de texto, presentaciones multimedia, hojas de cálculo, etc.) y su complejidad.
Teniendo en cuenta que la competencia mencionada anteriormente sobre tratamiento de la información y competencia digital consiste en disponer de habilidades para buscar, obtener, procesar y comunicar información, y para transformarla en conocimiento. Además incorpora diferentes habilidades, que van desde el acceso a la información hasta su transmisión en distintos soportes una vez tratada, incluyendo la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como elemento esencial para informarse, aprender y comunicarse podemos deducir que el nivel de está entre nuestra comunidad educativa ha ido aumentando considerablemente en estos últimos tiempos.
Una de las herramientas que puede contribuir a mejorar esta competencia es la mochila digital. A través de esta herramienta, el usuario puede tener en su lápiz USB una serie de programas configurados según sus preferencias y sus archivos de trabajo teniéndolos a su disposición en cualquier PC con un puerto USB.
Veríamos como, además de los lápices, bolígrafos, libretas, etc., otra serie de dispositivos comienzan a ocupar una parte importante del espacio. Así, teléfonos móviles, dispositivos de almacenamiento (memorias USB, discos duros portátiles, etc.), dispositivos multimedia (reproductores de mp3 o de mp4, etc.) PDAs, Tablet PC, etc. empiezan a ser frecuentes tanto entre el profesorado como entre el alumnado.
Si pudiéramos hacer un recorrido por los contenidos que, a lo largo del tiempo, los usuarios han ido almacenando en estos dispositivos observaríamos, casi con toda seguridad, como han ido aumentando los tipos de formato (documentos de texto, presentaciones multimedia, hojas de cálculo, etc.) y su complejidad.
Teniendo en cuenta que la competencia mencionada anteriormente sobre tratamiento de la información y competencia digital consiste en disponer de habilidades para buscar, obtener, procesar y comunicar información, y para transformarla en conocimiento. Además incorpora diferentes habilidades, que van desde el acceso a la información hasta su transmisión en distintos soportes una vez tratada, incluyendo la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación como elemento esencial para informarse, aprender y comunicarse podemos deducir que el nivel de está entre nuestra comunidad educativa ha ido aumentando considerablemente en estos últimos tiempos.
Una de las herramientas que puede contribuir a mejorar esta competencia es la mochila digital. A través de esta herramienta, el usuario puede tener en su lápiz USB una serie de programas configurados según sus preferencias y sus archivos de trabajo teniéndolos a su disposición en cualquier PC con un puerto USB.