El ordenador, el televisor, la consola, el móvil…, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) se han convertido en algo habitual en el día a día de las personas, y los menores conviven con ellas desde que nacen, por lo que pronto se convierten en algo natural en sus vidas y pueden aportar elementos positivos en su desarrollo: acceso a la información, incentivar la comunicación, la colaboración y ampliar formas de diversión.
Debido a la influencia que estos avances ejercen en los menores, la familia no queda ajena a estas transformaciones y a muchos progenitores les provoca una sensación de vértigo, desconocimiento, impotencia e incertidumbre en su vida cotidiana.
Regular y conocer el uso de las TIC es una experiencia a la que se enfrentan los miembros de las familias, que repercute en las relaciones familiares y en el papel que cada uno desempeña en las mismas.
El hogar y la escuela se configuran como los espacios preferentes para la adquisición de pautas y criterios sobre el uso de las TIC. Por eso, los padres y madres deben enseñar a sus hijos e hijas a aprovechar las posibilidades de estos sistemas y hacer un buen uso de los mismos.
Internet en un solo clic.
Una de las fuentes que más dudas genera a las familias es el ordenador debido a que los niños y niñas se acercan a la pantalla a edades cada vez más tempranas, y lo hacen por lo general para jugar, navegar y chatear con sus amistades. Internet se ha convertido en una increíble herramienta de información y comunicación, pero también puede llegar a ser un recurso comprometido si los menores acceden a la red sin una supervisión y un asesoramiento adecuados.
Colocar el ordenador en un lugar de uso común de la casa, crear una página de inicio con enlaces a sitios de confianza e interesantes para los niños y niñas, crear listas de favoritos con el mismo propósito, informarse y advertir sobre cómo proteger los datos personales y sobre el peligro del correo no deseado (spam) o los virus, son algunos de los consejos que padres y madres deberían tener en cuenta para afrontar este problema.
Para garantizar un uso seguro de Internet debemos evitar que los niños y niñas accedan a contenidos inapropiados y que contacten con extraños, ya que estos son los principales problemas a los que se exponen en la red. Es necesario crear una red segura, con contenidos específicos y puertas para cerrar el acceso a los contenidos inadecuados. Pero, como estos programas pueden fallar, los expertos recomiendan a los padres y madres educar e informar a sus hijos e hijas acerca de su correcta utilización. Para ello es necesario que las familias comprendan que la red puede entrañar los mismos peligros que la calle, y por eso no deben dejar a los menores navegando solos.
La televisión.
Las familias deben procurar que el televisor sea sólo un entretenimiento más de los muchos que están al alcance de los niños y niñas. Por eso es muy importante que los padres y madres pongan cuidado y no tengan encendido el televisor durante todo el día, ya que en ocasiones se convierte en la única compañía de los menores y puede llegar a limitar la comunicación entre los miembros de la familia.
Al no requerir esfuerzo físico ni intelectual, el televisor se ha convertido en una de las formas de entretenimiento más habitual entre los niños y niñas. La rutina de ver la tele es una de las fuentes de conflicto más comunes entre padres e hijos. Es difícil llegar a un acuerdo sobre el número de horas que los menores pueden estar viendo sus programas favoritos o qué tipo de espacios pueden ver o no.
Lo primero que los padres y las madres deben saber es que la lucha por las audiencias está ganando terreno y las cadenas han relegado a un segundo plano los programas informativos y educativos, una tendencia que puede tener efectos muy negativos en los menores. Pero no es necesario prohibir a los hijos e hijas ver la televisión, sino que hay que seleccionar muy bien la programación más adecuada para los menores y enseñarles a tener una actitud crítica frente a los contenidos de los programas. Una fórmula cómoda y útil que pueden seguir los padres es grabar los espacios que sí merecen la pena que vean los más pequeños para poder reproducirlos en los momentos en los que la programación no ofrece nada conveniente.
Los videojuegos.
Los videojuegos también han entrado a formar parte de la vida de los más pequeños en diferentes formatos, dinámicas y temáticas. Aunque las escenas de los videojuegos no sean reales, los niños y niñas pueden verse influenciados por ellas, y por eso los adultos deben escoger muy bien qué tipo de juegos son los más adecuados teniendo en cuenta la edad y el contenido de los mismos. Muchos sitios web ofrecen reseñas editoriales de los videojuegos que sirven para orientar a las familias sobre este tema, también en las carátulas de los videojuegos debe haber indicaciones claras sobre la edad recomendada. Es conveniente seleccionar juegos que favorezcan la participación, la interacción de varias personas y que refuercen valores positivos y la adquisición de destrezas.
Tampoco es conveniente que los padres tengan miedo a unirse al juego. Al contrario, con esta práctica evitarán que el menor se aísle en su mundo. Y todo ello sin olvidar regular el tiempo que los más pequeños dedican a este tipo de entretenimiento.
Los móviles.
La telefonía móvil ha cambiado nuestra forma de relacionarnos. Las y los jóvenes no son ajenos a este hecho y son usuarios muy activos y adelantados de esta tecnología que permite la comunicación en tiempo real con lo que esto supone de influencia sobre las relaciones.
Ventajas, oportunidades y posibles riesgos de las TIC.
Las TIC otorgan múltiples oportunidades y beneficios: favorecen las relaciones sociales, el aprendizaje cooperativo, el desarrollo de nuevas habilidades, nuevas formas de construcción del conocimiento y el desarrollo de las capacidades de creatividad, comunicación y razonamiento. Esto debemos tenerlo muy en cuenta.
En el ámbito familiar, al reconocer la ventaja tecnológica que tiene la juventud, sobre los adultos, se abre un nuevo espacio de participación en la familia. Así las TIC, lejos de convertirse en un elemento de aislamiento, bien utilizadas podrían ser un canal de comunicación entre los miembros del hogar y no un motivo de disputa.
Ante esta postura favorable del uso de las TIC por las y los jóvenes, existe una postura de cautela, la cual indica los posibles problemas que puede causar el uso inadecuado de las mismas. Mencionamos algunos aspectos que pueden tener efectos negativos: adicción, aislamiento, contenidos inadecuados y/o violentos.Uno de los principales motivos de preocupación, tanto para los educadores como para la familia, es la posibilidad de que aparezcan comportamientos adictivos que pueden perjudicar su desarrollo personal y social. Los medios de comunicación son los primeros en enfatizar estos casos que, aunque existen, no se pueden generalizar. En esos casos se necesita ayuda especializada.
Consejos:
- Los adultos deben enseñar a los menores a aprovechar las posibilidades y beneficios que ofrecen las nuevas tecnologías haciendo un buen uso de ellas.
- Acordar un código familiar de uso de las TIC
- Las familias deben participar con sus hijos e hijas en todas las actividades que se generan a partir de estos medios.
- Seleccionar los contenidos más adecuados y limitar el tiempo que los más pequeños dedican a esta forma de ocio.
- Formar un espíritu crítico ante los contenidos presentados por estos medios.
- Las familias deben procurar formarse en el uso de las TICs.
- Participar de forma activa y crítica, junto a sus hijos e hijas, en las actividades derivadas del uso de estas nuevas tecnologías mostrando una actitud de respeto y diálogo.
- Conviene mantener un estrecho contacto con el profesorado para abordar de forma colaborativa la utilización que sus hijos hacen de las tecnologías de la información y la comunicación.
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